Hacer masa para pizza es más fácil de lo que puedes pensar. No requiere muchos ingredientes y el resultado es delicioso. La puedes hacer delgadita o gruesa, totalmente a tu gusto.
Cuando la pruebes, vas a dejar de pedir pizza!
Ingredientes (4 pizzas):
600 ml de agua tibia.
1 cucharadita de azúcar
2 cucharaditas de levadura seca activa
7 1/4 tazas de harina + la necesaria para amasar
6 cucharadas de aceite de oliva virgen extra + dos cucharaditas para engrasar
1½ cucharadas de sal
Salsa de tomate, queso y toppings al gusto
Instrucciones:
Activa la levadura mezclandola con el azúcar en el agua tibia. Dejar reposar durante 10 minutos, hasta que se formen burbujas en la superficie.
En un tazón grande, combina la harina y la sal. Haz un pozo en el medio y agrega el aceite de oliva y la mezcla de levadura. Usando una cuchara, mezcla hasta que comience a formarse una masa.
Amasa durante 10-15 minutos. La masa debe ser suave y lisa, sin grumos. Forma una bola con la masa.
Engrasa un tazón con aceite de oliva y coloca la masa dentro. Cubre con plástico y deja reposar durante al menos una hora y máximo por 24 horas a temperatura ambiente.
Cuando la masa ya haya doblado su tamaño, colócala sobre una superficie ligeramente enharinada. Amasa durante un minuto más o menos, luego corta en 4 porciones iguales y forma 4 bolas.
Cubre la masa con un trapo de cocina y deja reposar durante otros 30 minutos.
Precalienta el horno a la temperatura más alta, entre 230-260˚C.
Una vez que la masa haya reposado, toma una de las bolas y empieza a estirar la masa hasta formar una costra delgada y colócala en una charola redonda para hornear pizza (las consigues en cualquier supermercado). Hazla tan delgada o tan gruesa como te guste.
Agrega la salsa de tomate, el queso y los toppings de su preferencia.
Hornea por 15 minutos o hasta que la corteza y el queso se vean dorados.
Ya puedes disfrutar tu pizza casera!
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