Las tartaletas son un postre simple pero maravilloso. Son ligeras y pueden llevar todo tipo de frutas. Puede ser dulce o salada y la base ("crust") está llena de sabor.
Esta en particular lleva una crema pastelera o "custard" de vainilla y decidí hacerla con fresas solamente, pero puedes agregar kiwi, frutos rojos, uvas, mandarinas o plátanos. Puedes endulzar la fruta con azúcar glass o con un glaseado de chabacano...
Ingredientes:
Para la crema:
500 ml de leche
4 yemas de huevo
150 gr. de azúcar
1 1/2 cucharadita de vainilla
3 cucharaditas de maizena
Para la base:
2 ½ tazas de harina + la harina necesaria para extender la masa
¼ taza de azúcar granulada
1 ½ cucharadita de cáscara de limón
¼ cucharadita de sal
1 cucharadita de extracto de vainilla
1 ½ cucharadita de polvo para hornear
1 taza de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
2 huevos
Para decorar:
fresas (para la tartaleta de la foto, usé unas 20 fresas)
azúcar glass
Instrucciones para la crema:
En una olla pequeña, calienta la leche hasta que esté a punto de hervir.
En un recipiente, bate los huevos, la maizena, el azúcar y la vainilla.
Sin dejar de mezclar, incorpora poco a poco la leche caliente.
Regresa al fuego la mezcla, sin dejar de removerla para evitar que se pegue. Poco a poco comenzará a espesar.
Cuando ya esté espesa, retira del fuego y déjala enfriar. Cúbrela con plástico y refrigera por lo menos por 2 horas.
Para hacer la masa:
En una superficie limpia, agrega la harina, el azúcar, la vainilla, el polvo para hornear, la ralladura de limón, el azúcar y la mantequilla y comienza a combinar todos sus ingredientes, amasando con cuidado.
Agrega los huevos y continua mezclando los ingredientes, agregando más harina según sea necesario y amasando hasta obtener una masa suave.
Engrasa 2 moldes para tartaleta de 10” y reserva. Divide la masa por la mitad y, con la ayuda de un rodillo, extiende cada mitad hasta que tenga aproximadamente 1 cm o 1.5 cm de espesor.
Coloca cada pieza de masa enrollada en los moldes para tarta asegurándose de recortar el exceso y, con un tenedor, pincha la parte inferior y los lados del molde unas cuantas veces.
Hornéalos a 180°C grados durante unos 15 a 20 minutos o hasta que se doren. Cuando estén listos, déjalos enfriar completamente.
Para armar la tarta, divide la crema entre las bases, decóralas con las fresas y espolvorea el azúcar glass. Procura hacerlo de forma que se vean atractivos.
¡Sirve y disfruta!
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